
29/11/2017 – 6:29 AM
Panorámica compuesta por 8 tomas verticales
Canon 70D – ISO 200 – f/11 – 17mm
No hay foto sin historia, así que si querés saber cómo llegué hasta ahí y todo lo vivido aquellos dos días, continúa leyendo.
No me interesa la historia, ¡sólo mostrame cómo hiciste la foto!
Contexto
Pasé mi segundo día en Nueva Zelanda en un camping cerca del lago Huawea que fue lo más próximo a la base del monte Cook que conseguí. El objetivo era ascender hasta el refugio Mueller, pasar la noche allá y sacar fotos al amanecer del día siguiente. Incluso, si fuera posible, quería sacar fotos de las estrellas durante la noche, ya que esa zona de Nueva Zelanda tiene uno de los cielos más limpios y claros del planeta. Pero lamentablemente, para la noche las nubes tapaban el cielo y las fotos de las estrellas quedaron para otro momento.
Salí del camping alrededor de las 9 de la mañana con dirección a la base del monte Cook, desde donde comenzaría el ascenso al refugio. Finalmente (primer error) empecé el recorrido a las 11:30AM. Para aquella época de finales de noviembre, el clima estaba muy agradable y la temperatura rondaba los 22 grados.
Llevé una mochila de 65 litros que no estaba completamente llena (el resto de las cosas las dejé en el auto) con el equipo fotográfico (Canon 70D, Tamron 17-50mm f/2.8, Canon EF-S 55-250mm f/4-5.6 IS STM y trípode), algo de comida (barritas de cereal, frutos secos y unos fideos instantáneos), bolsa de dormir y algo más de ropa para cambiarme por las dudas. Sin embargo, esa mochila (que la estrené en ese viaje) me quedaba alta en el ajuste de la espalda, así que distribuía muy mal el peso y eso me jugó en contra durante la subida.

El primer tramo (de unos 40 minutos) es muy tranquilo; sendero bastante plano entre algunos árboles con lindas vistas. Apenas termina esta parte del sendero, comienza un ascenso con una pendiente bastante pronunciada que es constante por al menos una hora y media. Son todos escalones (los primeros construidos y los siguientes formados naturalmente o adaptados al sendero) que forman una subida de entre 30 y 40 grados de pendiente. Al cabo de 20 minutos se empieza a notar. Tampoco hay posibilidades de cubrirse del sol, y apenas si hay descansos. Confiado continué subiendo, intentando mantener un ritmo pausado pero firme y constante. El calor de los rayos de sol pegando directo en la cabeza y el peso mal distribuido en mi espalda me estaban haciendo sufrir más de lo esperado.
Fui deteniendo mi marcha por minutos para descansar, tomar agua (muy importante llevarse al menos 2lt sobre todo en verano) y comer algunos frutos secos o barritas de cereal, ya que el desgaste energético puede ser fuerte (sobre todo en mi condición, que es todo lo que no hay que hacer).
Luego de casi dos horas de ascensos llegué al primer (y único) descanso, en el que hay una mesa de madera grande, unos bancos, un pequeño estanque y una vista espectacular. Sin embargo, tampoco había reparo del sol, y eso era sumamente agotador, sobre todo alrededor de las 2 de la tarde.
Recuperé algo de energía después de casi media hora de descanso, cambié de mochila con mi amigo y ahí fue cuando noté la diferencia abismal en peso y distribución. Así que más liviano, pudimos continuar unos 45 minutos más, hasta que volvimos a cambiar de mochilas. Estábamos muy cansados, el ascenso continuaba igual de empinado y a todo eso se sumó una nueva dificultad; una pendiente muy pronunciada de nieve no muy compacta.
A continuación les dejo una lista de reproducción con algunos videos de aquel viaje.
Con un último gran esfuerzo y algo de dificultad, subimos por la nieve hasta llegar a una zona un poco más plana y homogénea. Pasamos por detrás de unas rocas y al girar a la izquierda vimos el refugio a lo lejos. Ya casi estábamos ahí. Llegamos con el último suspiro, extenuados, pero felices no sólo de haberlo logrado, sino de estar en un lugar tan hermoso.

Previa
Luego de la extenuante jornada de ascenso, nos dormimos más o menos temprano y en un momento que abrí los ojos, vi que el cielo apenas estaba aclarando. Eran cerca de las 5 AM, y supe lo que tenía que hacer; levantarme, agarrar la cámara, el trípode e ir a buscar los lugares desde donde sacaría la foto.
Me vestí y salí a caminar por la nieve y las rocas, buscando las composiciones que podría hacer.
Pude lograr algunas tomas como las siguientes
¿Cómo logré esta foto?
Bueno, vayamos a lo importante. La foto de portada de esta publicación es una foto panorámica compuesta por 9 tomas verticales y luego «solapadas» con Photoshop (hace algunas versiones, Lightroom también tiene la funcionalidad de hacer photostitch, o panoramas, de una manera muy sencilla). ¿Por qué hacer las tomas verticales? Por una razón muy sencilla; mayor resolución de imagen final. También es para evitar distorsiones y tener más «altura» de la escena cubierta. Sumando tomas horizontales, es probable que sean suficientes sólo 3 ó 4 fotos. En cambio, haciendo tomas verticales, se duplica o triplica la cantidad de imágenes necesarias, lo cual se traduce en una imagen final con mayor resolución, que puede ser impresa en un tamaño mucho mayor.
Para este tipo de tomas, es muy importante tener en cuenta lo siguiente:
- Usar trípode nivelado con el horizonte para asegurarnos de poder mantener la verticalidad de la imagen
- Usar una apertura de diafragma lo suficientemente pequeña para ampliar el rango de nitidez de la escena. Es muy útil para esto conocer la distancia hiperfocal del lente a una apertura dada en una cámara en particular.
- Usar enfoque manual y mantenerlo siempre en el mismo punto
- Yo suelo usar el modo de prioridad de apertura (Av) y un ISO fijo, ya que de esta manera dejo que la cámara decida la velocidad de obturación adecuada para tener siempre la misma exposición. De todas maneras, verifiquen que no sea una velocidad muy baja
- Usar un lente con una distancia focal de no menos de 17mm (equivalente a 24mm en Full Frame), y no más de 70mm (equiv. a 105mm en FF). Esto es para evitar distorsiones muy grandes. No es que «no se pueda hacer». Recuerden que siempre pueden romper las reglas y hacer lo que sientan correcto
- Entre toma y toma, asegurarse que hay una parte de la escena que «se repite» o se solapa. Esto nos permitirá tener coincidencias que usaremos para el panorama no tenga «quiebres» o zonas sin cubrir, y no se perciban los pliegues. A modo rápido, al menos una cuarta parte del fotograma debe ser igual entre toma y toma.
- La rotación que hagan con la cámara no debería superar los 30º de giro aproximadamente.
Entonces, ahora sí, los pasos para obtener esta imagen:
- Elegir la ubicación desde donde tomar la foto
- Poner el trípode lo más firme que sea posible y montar la cámara en él
- Poner la cámara en modo vertical (suelo girarla hacia la izquierda, quedando el obturador arriba para mayor comodidad)
- Elegir el inicio de la escena (siempre es mejor darle un poco de margen, ya que en la edición hay partes de la imagen que se recortan y quedan fuera). Yo fui de izquierda a derecha
- Cerrar el diafragma entre f/8 y f/16. Yo lo puse en f/11
- Enfocar a la distancia hiperfocal o en algún punto donde la mayor cantidad de la escena quede nítida
- Tomar la primera foto, rotar la cámara hacia la derecha (como haciendo un «paneo») y dejando una parte de la escena capturada en la foto anterior dentro del recuadro (para lograr la coincidencia)
- Tomar tantas fotos como sean necesarias. Generalmente entre 5 y 15 suele ser suficiente, pero depende del paisaje que tengan, la focal utilizada, etc.
- Luego es cuestión de descargarlas en nuestra computadora, abrirlas en Lightroom o Photoshop, y crear el panorama desde ahí. Aquí explico cómo hacerlo (próximamente)
- Una vez creado el panorama, terminar de hacer todos los ajustes que consideren necesarios
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